Grand Theft Auto: San Andreas fue un clásico de 2004 que mantuvo a los estudiantes alejados de las clases, a los padres alejados del trabajo y a los jugadores de todo el mundo inmersos en horas de caza de armas y, en general, de locas travesuras de gorra. Puede que la era de la PlayStation 2 haya terminado, pero San Andreas ha resurgido para el iPhone y el iPad.
El juego, con casi una década de antigüedad, impresiona con lo que se consideraba un producto de vanguardia para consolas de la generación anterior, en 2004 para ser exactos. Ahora se ve aún mejor en el iPad y con un mecanismo de control táctil. Es genial incluso para los usuarios que no están familiarizados con los clásicos.
Algunas cosas mejoran con la edad. Otros no. En el caso de San Andreas, es una mezcla de dos cosas: aunque es uno de los juegos de GTA más perfectos de los últimos años, el mundo de los videojuegos ha avanzado y las cosas han ido más rápido en la última década.
San Andreas para dispositivos móviles es como intentar conducir un coche con caja de cambios manual cuando sólo se tiene licencia para una automática. Por muy perfectos que sean los controles en pantalla, también son onerosos y te hacen sentir desconectado del juego.
Es realmente irónico que estas payasadas de la pantalla táctil se acerquen físicamente al juego. Sin embargo, si tienes un mando de juego compatible, la cosa cambia. Revisar Los Santos en su anterior encarnación me trae recuerdos, y hay mucha profundidad en ella.
Para los recién llegados al campo, no hay nada malo en separarse de los Cinco y renunciar a 2 GB de espacio en su dispositivo para que San Andreas les proporcione un paseo por los libros de historia del juego. Rockstar ha enseñado al juego algunos trucos nuevos en la plataforma móvil que lo han convertido en uno de los mejores del catálogo de iOS.
Con el lanzamiento de GTA San Andreas, nos damos cuenta de lo lejos que han llegado los juegos. No es Grand Theft Auto V en términos visuales, como pueden atestiguar los modelos de personajes más toscos y la dirección a saltos. Pero sigue siendo atractivo en su forma móvil y, gracias a la actualización de los gráficos y a las mejoras de iluminación, ofrece una alta resolución.
Sin embargo, su aspecto es innegablemente anticuado. Es como ver programas de televisión antiguos en formato 4:3, por ejemplo. Si el usuario es nuevo en San Andreas, esta es la mejor parte: hay que jugar como Carl Johnson, un joven pandillero de piel oscura que asume el papel de protagonista, de vuelta a la ciudad tras conocer la noticia de la muerte de su madre.
De hecho, es cuestión de segundos que la policía inicie el caso y las cosas empiecen a ponerse feas. Tendrás que abrirte camino en la cadena de bandas criminales por cualquier medio. Aquí es donde entra en juego lo divertido, por muy moralmente incorrecto que sea. Robar, hurtar, disparar: toda la maldad de los videojuegos está aquí.